Después de la Donación
¿Cuáles son los riesgos a largo plazo de la donación?
Es limitada la cantidad de investigación sobre los riesgos a largo plazo de la donación de riñón. Sin embargo, la mayoría de los estudios sugieren que usted podrá vivir una vida normal y saludable con un solo riñón. De hecho, cuando se extrae un riñón, el riñón normal que queda aumentará su capacidad para compensarlo. A esto se le denomina “crecimiento compensatorio”.
Los estudios demuestran que la función total de su riñón regresa aproximadamente al 70% dentro de los 10 a 11 días, y del 70 al 80% en el seguimiento a largo plazo. Un posible riesgo a largo plazo podría ser una presión arterial alta.
Las investigaciones demuestran que muchas personas que donan un riñón tienen una presión arterial ligeramente más alta después de varios años. Se conoce que los afroamericanos y los hispanos tienen un mayor riesgo de presión arterial alta, enfermedad renal y diabetes. La donación de riñón puede aumentar este riesgo para algunos donantes. Se han presentado en ocasiones informes de pacientes que desarrollaron insuficiencia renal después de la donación,
posiblemente debido a factores hereditarios (antecedents familiares). Si se produce una insuficiencia renal, se le dará una mayor prioridad para un trasplante de riñón en la lista de espera de donantes fallecidos. La espera promedio de un donante de riñón en 2015 fue de 145 días, en comparación a 1.607 días para las demás personas. Es posible que tenga que permanecer en diálisis por un cierto tiempo mientras espera por un trasplante.
También existe algo de riesgo con el embarazo. Las mujeres que donan un riñón y quedan embarazadas, tienen un mayor riesgo de padecer diabetes gestacional, hipertensión gestacional, preeclampsia e interrupción del embarazo. Si usted tiene pensado tener hijos, asegúrese de hablar sobre la maternidad con su equipo de trasplante antes de donar un riñón.
También se deben tomar en cuenta algunos riesgos financieros.
Algunos donantes han informado dificultades en conseguir, afrontar o mantener el seguro de discapacidad o de vida. También podría dejar de percibir su salario durante la cirugía y el tiempo de recuperación.
¿Qué puedo esperar después de la donación?
Generalmente, los donantes vivos califican su experiencia como positiva. Los estudios indican que entre el 80 y el 90% de los donantes dicen que, en retrospectiva, tomarían la decisión de donar.
Algunos donantes han reportado sentir ansiedad o depresión después de la donación. Las preocupaciones sobre los resultados para el receptor (así como la recuperación del donante) pueden contribuir a los sentimientos de ansiedad, y muchos donantes reportan un sentimiento posterior de haber sido “defraudados”.
Los sentimientos de depresión entre los donantes vivos no son infrecuentes, incluso cuando el donante y el receptor estén bien.
El proceso de completar la evaluación y la cirugía pueden requerir tanto tiempo que los donantes no siempre tienen el tiempo necesario para procesar todos sus sentimientos. Es entendible que se presenten emociones fuertes después de la donación y el trasplante.
Avísele a su equipo de trasplante sobre cómo se siente física y emocionalmente durante sus visitas de seguimiento, ya que su salud emocional también es importante. Si usted se encuentra con problemas para manejar sus sentimientos encontrados en algún momento después de la donación, debería:
- Hablar con el trabajador social del hospital de trasplantes para conseguir apoyo y orientación.
- Buscar asesoramiento profesional u otra ayuda externa para manejar las emociones difíciles.
- Hablar con otros donantes vivos que pueden ser de apoyo, en especial si han tenido los mismos sentimientos.